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¿Qué es el Design Thinking?
Aunque para muchos el design thinking es una forma de trabajo muy conocida o recurrente, aún existen muchas dudas sobre este término y lo que implica ciertamente en la práctica. En este artículo conoceremos qué es el design thinking, sus metodologías, y algunas referencias que te podrían ser de gran utilidad.
Si trabajas en un equipo de diseño de experiencia de usuario o TIC, seguro has escuchado más de una vez sobre el diseño de pensamiento. Pero, ¿entiendes exactamente qué es el design thinking? Esta metodología se refiere al diseño de tecnologías, cuyo enfoque e innovación es conocer, empatizar y entender las necesidades del cliente.
De igual forma, el modelo design thinking podría definirse como un proceso no lineal, en donde los equipos de trabajo pueden empatizar con los usuarios, redefinir los problemas existentes, crear soluciones innovadoras, hasta llegar al punto de tener un prototipo y poder testearlo.
¿Cómo surge el design thinking como metodología?
Aunque el diseño de pensamiento como metodología de trabajo es relativamente nuevo, el término de design thinking fue usado por primera vez en 1969 por el premio nobel de economía Herbert Simon. Sin embargo, no fue hasta el año 2008, en que Tim Brown, profesor de la universidad de Stanford y CEO de la compañía IDEO, desarrolló un estudio para la revista Harvard Business Review llamado Design Thinking, en donde conceptualizó y desarrolló el proceso en 5 etapas para entender las necesidades de los usuarios.
Es importante destacar que, lo interesante del método design thinking, es que está en constante crecimiento. Cada negocio de acuerdo a sus necesidades puede ir incorporando herramientas dentro de las etapas de desarrollo, siempre y cuando se respete el principio básico, que es mantener el foco en las personas usuarias.
¿Por qué es importante el design thinking?
La clave del design thinking es que puede cambiar completamente la perspectiva al momento de diseñar un producto, incluso ofrece puntos de vista que quizás no se habrían considerado sin antes someterse a las 5 etapas de desarrollo, que aunque no son lineales, es importante cumplirlas.
El design thinking puede aplicarse desde el desarrollo de algún producto o servicio digital, hasta intervenciones urbanas, sólo se necesita tener la mente abierta, ya que su propuesta de valor se basa en ir más allá de los paradigmas establecidos.
Empresas como Google, Airbnb, Apple, entre otras, utilizan el diseño de pensamiento, por la habilidad que les brinda a sus equipos de trabajo de generar soluciones innovadoras, y a su vez, poder adelantarse ante posibles errores lo que hace que la posibilidad de éxito del producto o servicio sea mayor.
Entonces, ¿cómo se aplican las 5 etapas de desarrollo del design thinking?
La clave para aplicar la metodología del design thinking es poder abrir la mente a diversas posibilidades, por más absurdas que te parezcan en el momento, quizás sea el primer paso para llegar a la solución que estabas buscando.
Este proceso se compone de 5 etapas: empatía, definición, ideación, prototipado y testeo, pero ojo, puedes saltar entre las distintas etapas en el proceso como sea necesario. En el design thinking seguro comenzarás recolectando mucha información, que luego irás utilizando o descartando, según la etapa en que te encuentres.
1. Empatía
No podemos crear soluciones a problemáticas que no entendemos, por lo tanto empatizar con las personas que compran los productos o usan los servicios resulta fundamental. Si por ejemplo estamos diseñando una aplicación para adultos mayores, debemos en primera instancia empatizar con sus necesidades, conocer un poco de sus características, y a partir de allí comenzar a diseñar alguna solución viable y factible.
Una de las herramientas que podemos utilizar durante esta etapa es la de las entrevistas con preguntas abiertas, que nos ayuden a entender en profundidad la visión de las personas usuarias y deducir cuales son los pain points o puntos de dolor (como se le dice en marketing a los problemas que presenta el cliente y necesitan tener solución) con los que podríamos trabajar.
2.-Ideación
Durante esta etapa, como su nombre lo indica es donde definimos el problema, luego del proceso de empatizar y encontrar los puntos de dolor. En esta fase es importante filtrar la información que recolectamos previamente, para quedarnos con los que nos interesa trabajar.
Si, por ejemplo, dentro de las entrevistas a adultos mayores fue percibida la importancia del tamaño de la letra o la iluminación de la pantalla, entonces ya tenemos algunos puntos sobre lo que podríamos trabajar y comenzar a idear soluciones.
3.- Ideación
Aquí es donde los juicios de valor no tienen espacio, la gracia de poder idear soluciones originales es no quedarte con la primera idea que se te venga a la cabeza. El brainstorming es la clave de esta etapa, dejar volar tu imaginación tan alto como sea posible, hasta aterrizar en una solución viable.
De esta fase surgen las ideas finales para el prototipado, ideas que deben ser factibles, deseables por las personas usuarias, económicamente viables y sobre todo que cumplan con los principios básicos de usabilidad.
4.-Prototipado
En esta fase es donde nuestras ideas finalmente pisan tierra y logramos concretar una solución hasta el punto de hacerla palpable. Esto nos ayudará a constatar posibles cambios, añadir funciones, rescatar algunos errores, y poder avanzar hasta la siguiente etapa.
La clave de esta fase es que nos brinda la oportunidad de ir atrás si encontramos que se nos escaparon algunos aspectos que no estábamos considerando, hasta tener el prototipo ideal para avanzar hacia la fase de testeo con las personas usuarias.
5.- Testeo
Finalmente nuestra idea vuelve a la audiencia, para poder constatar si lo que ideamos como solución es en efecto una mejora a la necesidad o problema que observamos en primera instancia.
En esta etapa podemos volver a la fase de la empatía o probar algunas ideas que se quedaron en el camino, lo importante es poder concretar o darle solución al problema, y mejorar la experiencia de nuestros usuarios.
Es importante destacar que cada una de las 5 etapas de desarrollo de design thinking cuenta con numerosas herramientas que puedes implementar. Definir cuál utilizar dependerá de los objetivos que tengan planteados como empresa o equipo de trabajo y los recursos necesarios para hacerlo posible.
¿Quieres especializarte en la metodología de design thinking?
Hoy en día existen diversos recursos, tanto pagos como gratuitos, para conocer, profundizar y especializarte en esta área. Todo dependerá de tus necesidades (y presupuesto). Aquí te compartimos algunos textos que sin duda son un muy buen punto de partida:
- Las Ciencias de lo Artificial de Herbert A. Simon
- Design Thinking para la innovación estratégica de Idris Mootee
- Design thinking. Lidera el presente.Crea el futuro de Manuel Serrano Ortega y Pilar Blazquez Ceballos
- Designpedia 80 Herramientas Para Construir Tus Ideas de Juan Gasca Rubio y Rafael Zaragoza Álvaro
- Innovación y metodología. Nuevas formas de pensar y diseñar de Kees Dorst.
¿Ya te queda claro qué es el Design Thinking y cuáles son sus 5 etapas? ¡Esperamos que sí! Si vienes del mundo del UX, no te olvides de revisar nuestro artículo de UX Writer: todo lo que necesitas saber y si el design thinking ya es una práctica habitual en tu equipo de trabajo, cuéntanos tu experiencia en los comentarios.