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¿Debería cambiar mi silla de trabajo por una pelota de pilates?
La mayoría de trabajos modernos nos exigen invertir largas horas sentados en una silla. Un artículo publicado en 2021 por la revista Nature Review Cardiology destaca los riesgos del sedentarismo y estima que las personas pasamos sentadas entre 7 a 11.5 horas diarias. Es decir, de las cuatro semanas que tiene un mes, al menos una la pasamos sentados.
Por esta razón es fundamental elegir un asiento que cumpla con todos los requisitos ergonómicos para asegurar el bienestar de nuestro cuerpo. Si buscas en el mercado, encontrarás un sin número de alternativas de sillas para tu escritorio. No obstante, existe una opción en particular que despierta curiosidad y llama la atención: la pelota de pilates, de yoga o fitball.
Si estás pensando en cambiar tu silla de oficina por una pelota de yoga. Acá te traemos todo lo que necesitas saber acerca del tema.
La pelota de pilates, se utiliza para una gran cantidad de ejercicios deportivos y medicinales. Por lo cual no es descabellado que se use como herramienta para combatir el sedentarismo ya que puedes mantenerte activo mientras estás sentado trabajando.
De acuerdo con la fisioterapeuta profesional Maria José Orta, contactada por videollamada, explica que al sentarte en la pelota automáticamente te ves obligado a activar los músculos del abdomen y la espalda para mantener el equilibrio.
“La superficie inestable de la pelota representa un estímulo que mantiene los músculos alerta para que no te tambalees, por lo que trabajas los músculos abdominales y de la columna de forma casi imperceptible ”, corrobora la fisioterapeuta.
Por ende, como resultado del esfuerzo que hay que hacer para mantenerse sentado sobre la pelota, se fortalece el tronco del cuerpo, se queman calorías y se mejora el balance y la coordinación.
¿Es buena idea cambiar tu silla por una pelota de pilates?
En definitiva, una pelota de yoga nunca se podrá comparar con una silla ergonómica en términos de comodidad y bienestar. Sin embargo, tener una de estas sillas no garantiza que nuestro cuerpo no se vea afectado, especialmente después de una larga jornada laboral. “Cuando estás sentado y tienes el soporte de la silla, tus músculos no están haciendo el esfuerzo de mantenerte erguido sino que están relajados y en este estado la mayor carga recae sobre la columna”, explica Orta. Esta inactividad puede provocar degeneración muscular y molestias en la espalda.
Pareciera buena idea cambiar la silla por la pelota de pilates, no obstante, el uso de la pelota de pilates también tiene sus desventajas. Por ejemplo, el no tener ningún soporte para brazos o para la espalda puede conllevar a asumir malas posturas y como resultado nos cansaremos más rápido.
Otro punto a considerar es el peligro de lesiones por el uso prolongado de la pelota. Si bien la actividad física es pieza fundamental para tener una vida sana, el exceso de ejercicio puede provocar fatiga muscular, dolor y molestias.
“Si pasas sentado toda la jornada laboral sobre el balón, vas a sobrecargar los músculos abdominales y los paravertebrales, que son los músculos de la espalda, y un exceso de ejercicio podría resultar en contracturas musculares”, advierte Orta.
¿Silla ergonómica o pelota de pilates?
Lo más recomendable es usar ambas opciones. De acuerdo con Orta, lo ideal sería intercalar el uso de la pelota de pilates y la silla de oficina e ir aumentando el tiempo sobre la pelota de forma gradual hasta que nos acostumbremos.
“Yo incluiría el balón tres veces al día sumado a pausas activas. Por ejemplo: paras de trabajar, haces un poco de estiramientos y te cambias a la pelota. Lo haces una vez empezando la jornada laboral, otra en la mitad y una hacia el final de tu día”, recomendó la fisioterapeuta.
¿Cómo elegir la pelota ideal?
Javier Fomiyana, coordinador de actividad física del centro Metropolitan Isozaki de Bilbao, en una entrevista para Vogue, comparte una guía muy útil para tener una idea de cómo elegir la pelota de yoga de acuerdo a tu tamaño:
- Para alturas de 1,55 cm o inferiores, una pelota de 45 cm.
- Para alturas de 1,55 cm a 1,70 cm, una pelota de 55 cm.
- Para alturas de 1,70 cm a 1,85 cm, una pelota de 65 cm.
- Para alturas de 1,85 o 1,90, dependiendo de la envergadura, una pelota de 75 cm.
En pocas palabras, la pelota ideal debería permitirte mantener tu cuerpo en un ángulo de 90 grados mientras estás sentado. “La cadera tiene que estar en posición neutra. Es decir, las rodillas no deben estar ni más arriba ni más abajo de la pelvis sino en la misma línea”, explica Orta.
Por último, es importante vigilar que la pelota siempre tenga suficiente aire. De lo contrario, perderíamos el efecto de inestabilidad y por la tanto sus beneficios.
Cuéntanos, ¿te animarías a usar una pelota de yoga para trabajar?
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