Entrevista a Elena Bobadilla: Redactora freelance y viajera peruana

Esta redactora freelance peruana recorre el mundo mientras escribe artículos para sus clientes en todas partes del mundo
Entrevista a Elena Bobadilla: Escritora freelance y viajera peruana
Elena Bobadilla hizo una videollamada con Andrea Miliani para contar más sobre su estilo de vida como redactora y viajera. Captura de pantalla.

Esta freelancer peruana recorre el mundo mientras escribe para sus clientes en línea

Elena Bobadilla es una escritora freelance, de 25 años de edad, especializada en redacción SEO, que viaja por el mundo y cuenta sus experiencias en redes sociales. Su contenido en Internet se ha vuelto viral y su cuenta de TikTok tiene más de 142 mil seguidores. 

Con su sabiduría de viajera y su voz tranquilizadora, motiva a mujeres a viajar solas, cuenta anécdotas de sus experiencias en Tailandia y comparte detalles de su vida en Alemania, donde está establecida ahora y desde donde se conecta con Era Freelance para contarnos sobre su vida. 

Elena es extrovertida, conversadora y cercana. Se muestra transparente, honesta y espontánea en la videollamada que hicimos a finales de enero. Me contó cómo descubrió su carrera freelance, sobre sus experiencias como nómada digital y cómo sus viajes le ayudaron a aprender y superar dificultades personales. 

Si no la conoces, primero te cuento un poco sobre ella.

¿Quién es Elena Bobadilla?

Ele, como se da a conocer en sus redes sociales, nació en Trujillo, Perú, pero vivió parte de su infancia y adolescencia en Barcelona, España. Allí aprendió catalán, y conoció un estilo de vida más moderno y menos conservador que el que tenía en Perú, a donde regresó cuando cumplió 14 años. 

Luego de su experiencia como migrante, tuvo un poco de dificultades para adaptarse a su estilo de vida en Trujillo. Quiso estudiar Ciencias Políticas, pero era un carrera que solo podía estudiar en Lima, y —por motivos económicos— decidió estudiar Ciencias de la Comunicación en la Universidad Privada Antenor Orrego, en su ciudad natal. 

—No vas a tener trabajo.

Era el mensaje frecuente que transmitían amigos, conocidos (e incluso profesores periodistas) a Elena mientras estudiaba su carrera. “Yo estaba asustada porque pensaba que no iba a encontrar trabajo”, recuerda Elena mientras me cuenta cómo intentó cambiar de carrera —aunque le gustaba el periodismo— por miedo a no tener buenos ingresos. 

Frustrada, cerca del final de su carrera, un alemán —amigo de su novio— le contó que necesitaba a una periodista que escribiera artículos en español con palabras clave para su empresa. Elena se atrevió y descubrió que podía escribir notas para clientes extranjeros y ganar en dólares. 

Así Elena se convirtió en redactora SEO y empezó a viajar: se fue sola a recorrer Tailandia y también ha pasado por Alemania, Inglaterra, Turquía, España, República Checa y planea conocer Irán y Pakistán. 

Junto a un grupo de escritores freelance, Ele ha logrado ofrecer sus servicios a más clientes y se sigue formando en redacción SEO y estrategias de marketing para crecer en su carrera profesional. 

Aquí respondió algunas preguntas para Era Freelance.

¿Cómo fue la relación con ese primer cliente?

Me dijo que los artículos le habían gustado mucho, que podía trabajar con ellos y que cuántos textos podía hacer diarios. Y yo les dije: “Los que tú me digas”. Como dirían en tu país, me puse “a la orden” (risas). Le dije que cinco o seis y luego aprendí que es imposible. 

Me empezaron a asignar 20 textos en un mes y luego fuimos subiendo a 30, 50, y tuve que buscar un equipo. Contacté tanto a maestros como compañeros de la universidad que les gustaba escribir y empezamos a trabajar juntos. Ahora, un año después, para esta empresa redactamos hasta 240 artículos en un mes. 

Ellos me decían cosas como “el link building tiene que ser muy natural”, o “el long-tail tiene que ser así” y todos esos conceptos a mí nadie me los explicó y fue como una escuela. Me empecé a interesar en aprender más de eso y ahí descubrí que se podía vivir de escribir sin necesidad de ser periodista.

¿Y este trabajo te pagaba más que en lo que trabajaste en tu área como profesional en Perú?

Sí, totalmente. Ellos me pagaban en euros. Cuando yo hacía el cambio a la moneda de mi país me daba cuenta de que tal vez no era una millonada, pero sí mucho más de lo que le pagaban a mis amigos que trabajaban 8 horas en una oficina. Yo trabajaba desde mi casa y en algo que me gustaba.

Además, una de las cosas que me gusta de trabajar con una empresa alemana es que no invaden tus horas libres ni tu privacidad. Es más, la chica que me corregía los textos se dio cuenta de que yo a veces amanecía trabajando y me dijo: “Si no puedes dime que no puedes y te lo asigno para la otra semana, no hay problema”. A veces creo que tenemos eso de “autoexplotarnos” muy interiorizado. 

¿Sigues trabajando con ellos?

El año pasado su estrategia de link building cambió y me dijeron que me iban a pedir menos textos. Yo trabajaba a tiempo completo con ellos y no me había preocupado por conseguir otros clientes. Fue ahí cuando comencé a explorar otras opciones. Entré a Upwork y me di cuenta de que los servicios de redacción están muy demandados.

¿Cómo llegaste a Upwork?

Porque este mismo cliente me recomendó a otra empresa alemana que hace todos sus pagos a través de Upwork. 

Al igual que Elena Bobadilla, otros freelancers latinoamericanos como Luis Monterrey y Jorge Moreno han buscado oportunidades en esta plataforma.

¿Y qué te pareció Upwork?

Ahí vi muchas oportunidades, pero me di cuenta de que no es la mejor plataforma si quieres crecer. Aunque a veces hay buenas oportunidades y clientes con buenos presupuestos y dispuestos a valorar tu trabajo, yo diría que es solo el 20%. De resto son empresas que buscan freelancers que escriban 1.000 palabras por 3 dólares. 

Upwork es una buena plataforma si estás empezando y quieres tener experiencia y armar tu portafolio, pero si ya eres una redactora freelance con experiencia, que ha tratado con muchos clientes y sabe redactar diferentes tipos de texto, creo que no debería ser la primera opción.

 ¿Y cuál es tu estrategia ahora?

Me di cuenta de que además de link building había otras áreas muy demandadas, como la redacción de artículos corporativos para empresas grandes de B2B (Business to Business). Me pareció muy interesante y hemos estado redactando textos especializados para empresas de energía, leyes, arquitectura y también email marketing y reseñas de productos.

Me dio un poco de inseguridad salir de mi cliente fijo, pero me permitió descubrir otros tipos de redacción. Ahora tengo otros clientes y estoy aprendiendo mucho.

¿Qué te ha sorprendido?

Colombia en muchos aspectos está muy avanzado para ser un país de Latinoamérica. Estoy trabajando con una agencia colombiana que usa inteligencia artificial para asignar temas y las keywords (palabras clave). También hay algo que me gustó mucho: cada vez que asignan temas hay una reunión previa con un coordinador de cuenta que explica qué busca la empresa. Me encantó que invirtieran ese tiempo en demostrarte que el contenido que estás escribiendo es importante y eso fue muy bonito. Otros clientes solo te dicen: propón y escribe.

¿Te parece que hay una diferencia en cuanto a los pagos por trabajos de redacción en inglés y en español?

No escribo en inglés, es una de mis metas para 2023 porque sé que pagan más. Me he dado cuenta de que las empresas tienen tarifas para Latinoamérica y para Europa.  

Y aquí hay un problema y es que hay muchas empresas que se aprovechan de la situación de países como Venezuela o Argentina. Hay redactores —lo he visto por grupos de Facebook— que cobran muy poco, a lo mejor solo 2 dólares por la hora o menos. Yo no soy de culpar a las empresas, ellos quieren reducir costos y están viendo ahí una oportunidad, por muy injusta que sea.

Y hay mucha gente dispuesta a hacerlo

Mucha. Y es algo que perjudica tanto al redactor como a todo el entorno. Yo considero que es importante que haya una asociación de redactores freelance que de alguna forma fiscalice esto. No de pronto de forma legal, pero sí que diga que “el redactor que se inscriba en esta asociación se compromete a no cobrar menos de esta tarifa”. Porque estropean todo el mercado.

¿Y cuál debería ser esa tarifa mínima?

Es que varía mucho. Depende. Hay artículos noticiosos o por ejemplo “5 películas para ver con tu pareja”, ese tipo de texto uno los redacta en 40 minutos. Ahora escribir, algo que hice hace poco, sobre la influencia de los espacios exteriores en el desarrollo de la arquitectura, toma mucho más. 

Depende del contenido, no te podría decir una cifra exacta porque depende mucho del redactor, pero a veces —lo he visto en Facebook— los redactores ponen anuncios de 1.000 palabras por 2 dólares. ¡Lo he visto!

Lo que tú haces con tu blog es muy importante, porque alguien que esté interesado en ser redactor freelance de pronto va a llegar a algún artículo tuyo y van a decir: “Ok, no tengo que hacer esto”. 

Y yo creo que es muy importante que quede claro: una forma de abrirte al mercado no es bajando tu precio, ni tampoco cobrar poco, o pensar “para demostrar que soy muy bueno porque así me van a subir la tarifa luego”. No, no lo van a hacer. Yo ya lo he hecho y las empresas no lo hacen, porque tienen tanta oferta en español. Solo te van a decir: “Ok, chao, me voy a otro”.

Para hacerte un lugar en el mercado no tienes que tirarte al suelo. Trabaja tu marca personal, trabaja tu link building, haz cold pitching, crea tu portafolio, crea un blog. 

¿Qué plataforma usas como portafolio?

Hay una plataforma que utilizo que se llama Clippings y te deja subir hasta 10 artículos de forma gratuita. Es muy sencillo el diseño y la interfaz. Tengo eso y a veces también cuando me piden una proforma tengo una plantilla en Canva. Luego Linkedin y ya. 

¿Y por redes sociales no te han contactado por trabajo?

No me han escrito clientes porque en las redes sociales no hablo mucho de lo que hago. Es más, hay gente que no sabe. Una de mis metas para este año es definir mejor mi mensaje. Me gustaría primero prepararme y hacer cursos para ver luego qué puedo enseñar. 

Estoy en la duda sobre si crear otra cuenta solo de redacción o si mezclar viajes y redacción, como hace Carla con Wifi con los viajes y el nomadismo. 

¿Y también te consideras nómada digital? ¿O freelancer?

Yo fui nómada digital. Me gustaría seguir siéndolo. Ahora soy más freelancer por un tema personal, de pareja, y porque tuve que instalarme en Alemania. Pero los últimos dos años estuve aquí en Alemania, en Inglaterra, en Tailandia, en España y hace poco en Turquía. 

Sí solo tuviese que pensar en mí sería nómada digital, pero de momento estoy más estable aquí en Alemania.

¿Qué extrañas de la vida de nómada?

Yo siento que cuando trabajas en una oficina, o estás en un mismo lugar, siempre esperas los fines de semana o las vacaciones para decir “mi trabajo valió la pena porque estoy disfrutando esto”. Cuando eres nómada digital todos los días te recuerdan que tu trabajo vale la pena

A lo mejor estás trabajando frente a un monumento, en una playa, en un coworking con gente de todas partes del mundo… todos los días dices: “Esto lo puedo hacer porque trabajo en línea”. Entonces valoras eso. 

¿Y el COVID afectó tus viajes?

Sí, hice de saltamontes. En febrero de 2020 se hablaba del COVID, pero no había estallado todo, yo estaba en Tailandia. La única traumada era mi mami que me llamaba todos los días y me decía: “¡Regrésate!”. Mi mamá desde febrero ya estaba con mascarillas y alcohol.

Luego me vine a Alemania para visitar a mi novio y me tuve que quedar por el confinamiento. Pero en cuanto pude me fui a Inglaterra porque una de mis metas era mejorar mi inglés. Yo no hablaba inglés y era algo que me había afectado hasta la autoestima. 

Cuando comencé a trabajar en línea, gran parte del dinero que gané lo invertí en aprender inglés. Así que me fui a Inglaterra a vivir con una familia y a estudiar y empecé a invertir en plataformas como Italki. Yo digo que Italki es como alquilar un amigo. Pagaba la hora a mi amigo  y fui hablando hasta que poco a poco fui mejorando y con los viajes puedo decir que tengo un inglés bastante fluido. 

¿Y en tus viajes te diste cuenta de que era importante el inglés o fue en el trabajo?

En el trabajo tuve la suerte de que mi jefa inmediata hablaba español, pero muchas de las reuniones que hacían mensuales para explicar el futuro de la empresa —que aunque yo no tenía mucha participación lo hacían por incluirme— eran en inglés y yo no entendía.

También en Perú me pasó que yo no sabía nada de inglés y tenía amigos que sabían tres o cuatro palabras más que yo y esas personas suelen burlarse cuando pronuncias algo mal o no sabes cómo decir algo. Te hacen bromas que te afectan la autoestima. A raíz de eso yo decidí aprender inglés. 

Uno de los motivos por el que fui a Tailandia, en mi primer viaje sola, fue porque quería verme obligada a hablar. Y me pasó algo muy lindo, conocí gente con inglés como idioma nativo y en vez de hacerte sentir mal como mi amigo peruano, te dicen: “Hablas muy bien, te entiendo”. 

Luego conocí gente que hablaba cinco idiomas y jamás se burlaban. Ahí se me fue el miedo y la vergüenza. Entendí que si una persona se burla de ti porque pronuncias algo mal, es porque solo habla un idioma y no sabe todo lo que cuesta aprender otro idioma. Ese viaje me ayudó muchísimo a recuperar mi confianza. 

¿Cómo compaginas trabajar y viajar y conocer?

Aplico lo de despertarme temprano y aprovecho siempre las mañanas. Trabajo como de 7:00 am a 1:00 pm, como, y el resto del día salgo a recorrer. También hay días en los que estoy cansada y me dedico solo a trabajar. 

Normalmente intento trabajar los fines de semana, para poder salir a conocer los lugares turísticos los días de semana. 

¿Planificas tus viajes con mucha anticipación?

No mucho en realidad. Primero pienso en la ciudad a la que quiero ir y luego busco hostel y conozco un poquito. Pero una vez que llego, conozco a gente en los hostels que a lo mejor ya están terminando su viaje y me dicen: Anda a esta ciudad, no vayas a esta, quédate en este hostel o camping. Me di cuenta de que vale la pena tener una estructura, pero no todo tan rígido. 

¿Cuál será tu próximo viaje?

Los viajes que tengo planeados este año son algunos de pareja y otros para mí. Mi novio se molesta porque dice que no cuento los viajes con él (risas), pero para mí ir un fin de semana o tres días a un lugar no es un viaje porque me voy con la sensación de que no conocí el lugar en verdad. 

Me encantan los viajes largos. Quiero visitar Irán y Paquistán. Dos destinos que estoy loca por conocer, me encantan las mezquitas, creo que son de los templos religiosos más hermosos del mundo. Tengo varios amigos musulmanes y ha sido interesante descubrir esta religión porque yo tenía muchos prejuicios. Estos musulmanes que he conocido son de las personas más hospitalarias, amables y respetuosas que existen. 

Hace unos años descubrí un canal en Youtube de Eva Zu Bek, una travel blogger que no va al típico destino. Viaja a lugares que en teoría son muy peligrosos y conoce a locales y ves que más allá de las estadísticas hay personas con los mismos deseos y anhelos que tú. 

Hiciste una guía, un Excel de viajes en Perú

Viajé por primera vez por Perú en 2018 con una de mis mejores amigas de España, con ahorros porque era estudiante. Ese viaje me sirvió muchísimo porque conocí a muchas personas que estaban en diferentes cosas, gente que tenía una ONG, haciendo la vuelta al mundo, recorriendo Latinoamérica en moto, y me di cuenta de que había tantas cosas por hacer en el mundo y que estamos tan enfrascados en una sola realidad.

Fue un viaje que planeé al milímetro, con excel, porque el presupuesto que yo tenía era muy limitado. Cuando empecé a hacer videos expliqué que puedes recorrer el Perú por menos de 2.500 soles (unos 670 dólares) con hospedaje, pasajes y más, y mucha gente preguntaba cómo era posible. 

Yo había tomado notas de mi viaje porque yo quería crear un blog de viajes en 2018, pero nunca me había animado porque tenía mucha vergüenza. Luego, cuando empecé con los videos y se hizo viral el del sudeste asiático, dije: “Esta es una oportunidad para compartir esta información”. Pero claro, era información del 2018 y como ya sabía que los haters iban a criticar eso, averigüé los nuevos precios. Me puse en contacto con todas las agencias y actualicé todos los precios. 

Con ese video recolecté como 5.700 correos electrónicos (a la fecha de la entrevista). Yo había puesto el link del excel en plan “libre” y fue Carla (Carla con Wifi) quien me escribió y  me dijo: “¡No!, ¿qué haces?, ¡pídeles el correo para que tengas tu base de datos para cuando tengas tu blog!”. Y tenía razón. Ella dice mucho “marico” y le dije: “Marico, tienes razón” (risas). Lo hice justo a tiempo.

¿Y quieres crear un blog sobre viajes?

Sí, tengo la idea de definir mi meta y creo que la voy a enfocar mucho en viajes y redacción. Quiero además enfocarlo en mujeres porque a nosotras como mujeres en Latinoamérica siempre nos han criado con miedos: “no vayas aquí”, “no vayas acá”, “quédese en su casa”.

Con miedos justificados porque yo sé que hay bastantes peligros, pero creo que no es una opción vivir con ese miedo. Si yo le hubiese hecho caso a mi madre nunca me hubiese ido a Tailandia sola o a Inglaterra o a Turquía. Mi madre estaba asustadísima por Turquía porque pensaba que todos los musulmanes eran machistas, pero porque es una persona que no ha conocido mucho ni se ha quedado en hostels. La idea de que yo comparta la habitación con desconocidos no le gusta y nunca ha conocido a gente de otra religión que no sea católica o cristiana. 

Pregunta para cerrar: ¿Qué le recomendarías a alguien que quiere trabajar como redactor online?

Primero que se aprende a redactar redactando. Hoy en día no es necesario que estés en un diario nacional. Sí, es muy bonito ver tu nombre en un periódico y enseñárselo a tu abuela, pero no tiene más vigencia y no va a tener validez en unos años. Que se centren en lo digital, que se abran un blog o que se creen una cuenta en Medium y que escriban. Es gratis. Vivimos en una era en la que hay muchísima información gratuita y hay muchos cursos de calidad a los que puedes tener acceso sin pagar. Y que no se crean el cuento de que se van a morir de hambre escribiendo: hay mucho trabajo en redacción.

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Andrea Miliani
Andrea Miliani

Periodista digital, traductora, escritora. En este blog redacto notas sobre mi estilo de vida como freelancer, noticias y consejos.

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