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¿Qué es un coworking o cowork?: Lo que debes saber
Aquí te explicamos algunos conceptos básicos, ventajas y desventajas, y algunas reflexiones sobre este modelo de negocio y las oportunidades que ofrece a los freelancers
Seguramente has escuchado sobre el concepto de los espacios de coworking: oficinas compartidas con Internet y muebles habilitados para que los trabajadores remotos puedan realizar sus labores. También se han convertido en ambientes ideales para intercambiar ideas y conectar con otros freelancers.
Algunos son gratuitos, otros pagos —pueden llegar a ser bastante costosos—, y otros de libre acceso pero con intenciones de venderte algo. A escala mundial se han creado empresas muy reconocidas como la compañía estadounidense WeWork—que hasta tiene una serie televisiva llamada WeCrash—, que incluso en América Latina se volvió muy popular.
En la región también ha destacado Co-work Latam, una empresa chilena que ya cuenta con 30 sedes en Chile, Uruguay, Colombia, México, Bolivia y también se está expandiendo a Estados Unidos.
Incluso empresas de otros rubros han encontrado oportunidades en este mercado. El Banco Santander, por ejemplo, ha habilitado espacios en sus sedes y ha abierto nuevas oficinas para atraer a startups, pymes o potenciales clientes que trabajan como freelancers. Solo en Santiago de Chile —en donde se originó la iniciativa— hay 43 sucursales con sus espacios llamados Work/Café habilitados.
También muchas municipalidades e instituciones de algunos gobiernos han adaptado espacios gratuitos para satisfacer la necesidad de muchos trabajadores digitales de disfrutar un espacio seguro y cómodo para trabajar fuera de casa.
Como modelo de negocio se ha visto especialmente afectado por la pandemia. Actualmente ya muchos freelancers han adaptado y decorado sus home office en espacios cómodos, aunque la soledad y la necesidad de salir de la rutina están haciendo que muchos se animen a cotrabajar y salir de sus instalaciones perfectas. Pero primero lo primero.
¿Qué es un coworking space?
Se conoce popularmente como “coworking” o también “cowork” y se refiere a un “coworking space” a ese espacio compartido desde donde se trabaja de manera remota. La palabra coworking tiene su equivalente en español que según la Fundéu es “cotrabajo” y deberíamos preferirlo, pero el término viralizado ha sido el anglicismo.
Coworking viene del infinitivo del verbo en inglés “co-work” (co-trabajar) y se refiere al acuerdo al que llegan diferentes empresas —o trabajadores autónomos— de compartir un espacio amplio así como también los gastos, infraestructuras y equipos para reducir gastos.
En América Latina también se suele usar el término “cowork” (cotrabajar) como sustantivo para referirse a estos lugares de oficinas compartidas. Un término más córto y puntual que ha ganado mucha popularidad.
Origen y concepto
El concepto de las oficinas compartidas se originó en 1995 en Alemania —por unos hackers en Berlín— y luego se expandió a Estados Unidos y actualmente se pueden encontrar en casi cualquier parte del mundo.
El espacio de cotrabajo varía mucho dependiendo del lugar, pero, en general cuenta con los requisitos básicos para cualquier trabajador independiente o pyme:
- Buena conexión a internet.
- Mesas y sillas disponibles para poner computadores portátiles y otros equipos electrónicos de trabajo.
- Enchufes (muchos).
- Acceso a baños.
- Espacio seguro.
- Café, agua o refrigerios gratis.
Algunos sitios tienen servicios 24 horas, cubículos privados, servicios solo para mujeres, espacios para llevar mascotas, salas de reuniones, cocinas y hasta guarderías. ¡Existen miles de conceptos disponibles en el mercado!
Ventajas y desventajas de los coworking spaces
No son para todos. Hay freelancers ermitaños que están muy felices trabajando solos desde sus cuevas remotas y no tienen ningún interés en interactuar con otras personas o de alejarse de sus perfectas instalaciones adaptadas a su sistema de trabajo.
Para otros, se trata de una solución perfecta a sus jornadas solitarias, oportunidades de expandir sus servicios con clientes, mejorar prácticas y hasta conseguir nuevos empleos. Los espacios colaborativos pueden ser excelentes oportunidades para construir alianzas e incluso mejorar servicios.
Por supuesto, hay muchos factores en juego, desde la infraestructura, cercanía o políticas del espacio de cowork hasta el tipo de trabajo que desarrolla un freelancer o las necesidades de una startup. Aquí evaluamos algunas de las ventajas y desventajas generales.
Ventajas de trabajar en un espacio de coworking
Ahorro en costos de oficina
Incluso crear una oficina en casa puede salir muy caro si no se cuenta ya con espacios adaptados ni los equipos necesarios. Además, en días de temperaturas extremas —veranos sofocantes o inviernos helados— los espacios de cotrabajo suelen contar con aires acondicionados o calefacción, un gasto incluido ya en el costo mensual.
Oportunidades para conocer a otros profesionales, de hacer networking
Esta es una de las más interesantes para los que necesitan socializar e incluso expandir sus negocios independientes. Nuevas oportunidades laborales e incluso nuevas agencias de servicios surgen en estos espacios.
Fomenta la disciplina y ayuda a mantener una estructura con horarios
No todos logran concentrarse en casa, tener un espacio en el que pueden trabajar con tranquilidad. Un espacio de coworking puede ser la solución ideal para separar el tiempo de trabajo del tiempo de descanso.
Aumenta la concentración
Algunas personas se motivan al ver a otros trabajando o sienten la necesidad de generar resultados en estos espacios. Los sitios de contrabajo además pueden contar con asesorías y mentorías para los que están empezando.
Algunas prestan servicio de dirección fiscal
Muchos espacios de coworking ofrecen a freelancer y pequeñas empresas un servicio de dirección fiscal. Esto es ideal para los trabajadores independientes que quieren una imagen más profesional —y también cuidar su privacidad— y para empresas o tiendas virtuales que necesitan un domicilio fiscal. Además, suele ser bastante económico.
El desplazamiento ayuda a combatir el sedentarismo.
A veces, la obligación de salir de casa puede convertirse en una ventaja para la salud porque obliga a caminar, usar la bicicleta o simplemente dar un algunos pasos más de los que daría el trabajador en su home office.
Desventajas de trabajar en un espacio de coworking
No todos funcionan 24/7
Y muchos solo prestan servicio en horarios de oficina tradicionales. Para algunos freelancers no es sinónimo de libertad ni flexibilidad tener que tomar el transporte público a la misma hora que los empleados tradicionales y puede ser hasta desmotivante pagar por este servicio en el horario típico.
No son lo suficientemente silenciosos
Puede que un redactor necesite silencio para concentrarse y no lo encuentre en un coworking space, o que se tome con demasiadas interrupciones y distracciones.
Pueden ser muy costosos
Para un trabajador independiente que aún no tiene grandes ingresos, pagar por un espacio de oficinas compartidas puede ser un gran reto o puede no valer la pena. Algunos cuestan cientos de dólares mensuales y solo son rentables si ofrecen servicios únicos que un freelancer no puede cubrir en casa.
Poca privacidad
No todos cuentan con oficinas privadas, y tal vez un freelancer necesita hacer videollamadas o discutir temas sin una audiencia de fondo. El servicio de internet del lugar también puede tener páginas web restringidas, de pronto servicios de streaming como Netflix pueden requerir un pago extra en algunos sitios de cotrabajo.
Debes cumplir con la normativa
Aunque no sea lo más cómodo para ti. Cuando se trata de espacios compartivos se deben seguir muchas más reglas que en casa. Durante la pandemia —y en la actualidad— muchos cowork exigen el uso de mascarillas y algunos prefieren quedarse en casa a tener que usarla todo el día. Igual puede ocurrir con otros aspectos como música de fondo, suspensión de servicios en días feriados, etc.
No siempre cuentan con el espacio adecuado
Por motivos de trabajo, el freelancer puede necesitar instalar algún equipo y en el cowork puede que no tengan un espacio lo suficientemente amplio para instalarlo o la infraestructura. También se puede tratar de algo más simple: que no tenga cocina o comedor y el usuario deba comer en un restaurante o buscar otras alternativas.
Espacios de coworking como modelo de negocio y precios
Como modelo de negocio es simple: una empresa se encarga de encontrar el espacio amplio y adaptarlo con equipos, muebles, áreas recreativas, cocinas, dispositivos, salas de reuniones y lo que sea que acompañe a la filosofía del lugar y luego captar clientes.
Debe llamar la atención de pymes, start-ups, freelancers o nómadas digitales que estén dispuestos a pagar—ya sea por día, semana, mes, año o sistema de suscripción— por ocupar y disfrutar el espacio. Estas son algunas de las modalidades más comunes:
Por día
Esta modalidad es muy popular a escala mundial y puede ser conveniente para aquellos que solo quieren hacer esto una o dos veces por semana, al estilo de trabajo híbrido. También es valiosa para nómadas digitales o freelancers viajeros que solo están por pocos días en algún destino.
Por mes sin lugar fijo
La otra oferta más común y conveniente para los que quieren ir con más frecuencia al cowork y no les importa tomar cualquier mesa disponible. En muchos sitios de coworking tienen áreas comunes con buenos ambientes, mesas compartidas, y el trabajador remoto puede incluso cambiar cada tantas horas y trabajar desde un nuevo espacio.
Por mes con escritorio fijo
Puede ser una oficina cerrada o simplemente un puesto individual en un área determinada. También algunas empresas pequeñas pueden contratar pequeñas oficinas dentro del cowork, como si alquilaran una habitación en un apartamento.
Existen coworking spaces de todo tipo. Desde los que se enfocan en que el lugar de trabajo sea un lugar divertido con cervezas gratis, eventos, fiestas, conciertos y salas de juego —al estilo de Wework—, los que lo hacen un santuario e incorporan salas de relajación, meditación y yoga, o los que replican la típica oficina con recursos básicos como cafeteras, impresoras y cubículos individuales.
Los lugares de coworking pueden ser tan versátiles o específicos como lo deseen los administradores y tan asequibles como los bolsillos de los freelancers o pymes.
Palabras finales sobre estos espacios colaborativos
La decisión de trabajar o no en un espacio diseñado para el cotrabajo va a depender de cada freelancer o empresa y de los beneficios y ventajas que pueda aportar al proyecto en particular. Antes de tomar la decisión es importante tomar siempre en cuenta los factores esenciales: precios, ubicación, ambiente, infraestructura y valor que pueda aportar.
Quizás el mejor escenario, si no tiene grandes consecuencias, es investigar y probar la experiencia y evaluar resultados. ¿Has trabajado en un sitio de coworking? ¿Recomiendas algún espacio de cotrabajo?
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